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miércoles, 26 de abril de 2017

El Flagelo de la Corrupción


Todos estamos de acuerdo en que que el fenómeno de la corrupción en nuestro país dista mucho de ser un tema entre otros y, más aún, que se ha entronizado en nuestras mentes y en nuestras conversaciones cotidianas. Quizás cueste trabajo admitirlo, pero la corrupción es un tema adictivo, una especie de espiral que se autoalimenta y crece exponencialmente. Si alguna duda cabe al respecto, se disipa echándole una mirada al último reporte sobre la corrupción en el mundo, uno de cuyos hallazgos más llamativos es el incremento de la percepción de que problema en el país va en aumento.
Lo anterior resulta entendible a la luz de los últimos acontecimientos que se han presentado en torno al caso del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, que en estos días vio crecer el expediente de acusaciones, por la atinada labor de la PGR. El punto es que la tela de dónde cortar es excesiva.  Si no son gobernadores, son los dirigentes de los partidos o los empresarios. Y para muestra de que el flagelo crece y se extiende por doquier, hace unos días circulaba un video donde se veía a la candidata Eva Cadena Sandoval recibiendo dinero para apoyar las aspiraciones presidenciales de un personaje político.
En fin, la lista es larga, quizás hasta inagotable. Se sabe de otros ejemplos donde varios políticos se han visto inmiscuidos.  Es tiempo de entender y, más aún, de asumir que estas prácticas están generando vacíos peligrosos, que de no ser llenados, pudieran dar lugar a que políticos oportunistas hicieran su agosto, vendiéndose como actores no-políticos, cuando en realidad son podrían ser lobos con piel de oveja. En tal viertud, considero muy importante la posición que el Gobierno Mexicano ha tomado en torno a este tema al señalar que aquí no hay espacios para la impunidad. La tarea no es sencilla ya que algunos especialistas señalan que la corrupción no es una causa sino una consecuencia de los defectos del diseño institucional mexicano y que para combatirla, no es suficiente perseguir y sancionar individuos corruptos, sin modificar a la vez las normas, procesos y entornos institucionales en los que se origina.
Nuestro país ha avanzado en este camino.  Hoy tenemos una reforma jurídica, que dio paso al Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) y a la modificación de normas y procesos, cuya aplicación, en casos como los ocurridos con varios gobernadores, será decisiva para su consolidación. No está de más comentar que el SNA tiene el objetivo de evitar la corrupción y que, en tal virtud, apuesta a las fórmulas de empoderamiento de las representaciones ciudadanas, crea instituciones fuertes y autónomas para prevenir y castigar la corrupción, además de que prevé que se eliminen los trámites innecesarios. Sus pilares de desarrollo son  la Coordinación,  referida a los mecanismos por los cuales los actores sociales y las autoridades de los distintos órdenes de gobierno  puedan articular esfuerzos a fin de prevenir, investigar y sancionar la corrupción; el Comité Coordinador, encabezado por un ciudadano; la Prevención, 
soportada en mecanismos aptos para anticiparse y neutralizar  los actos de corrupción, de entre los que vale la pena destacar los códigos de ética, los protocolos de actuación y los mecanismos de autorregulación; el Control, órgano en el que confluyen  diversos instrumentos que permiten una rendición de cuentas clara y efectiva como la Plataforma Digital Nacional, el Sistema Nacional de Servidores Públicos y Particulares Sancionados, el Sistema Nacional de Fiscalización, el Directorio de Servidores Públicos que Participan en Contrataciones Públicas y las Denuncias Públicas por faltas Administrativas y Hechos de Corrupción; y el último y muy importante es la Sanción, misma que se establece por los actos u omisiones en que pueden incurrir tanto servidores públicos como particulares, Faltas Administrativas Graves (competencia del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa) Faltas Administrativas no
Graves y Actos de Particulares vinculados con Faltas Administrativas Graves. El SNA es relativamente nuevo y tendrá que caminar completo para ver su eficacia pero en tanto, puedo decir que estos resultados que hemos observado, sobre detenciones de funcionarios públicos, se suman a los cambios institucionales que esperamos operar a través de este nuevo sistema. El seguimiento  a las detenciones, que hemos observado recientemente, representa avances que cuentan con el respaldo de millones de mexicanos que buscan vivir en un país de leyes e instituciones, de derechos y libertades; un país con un Estado de Derecho sólido y eficaz.

lunes, 24 de abril de 2017

Intensifica Lastiri su caminar por las regiones de Puebla.

Juan Carlos Lastiri Quirós intensificó su "caminar por Puebla, encabezando diferentes actividades entre las que destacaron: una desayuno con liderazgos de la zona, una reunión con empresarios y  una asamblea regional a la que acudieron cientos de personas provenientes de los municipios de: Chignautla, Teteles de Ávila de Castillo, Zautla, Atempan, Zaragoza, entre otras localidades. También sostuvo una reunión con sacerdotes de la región.


En la Asamblea regional representantes de sectores productivos, mujeres, jóvenes, personas de la tercera edad, maestros y campesinos dieron un cálido recibimiento, allí escucharon atentos el mensaje de su paisano Juan Carlos Lastiri Quirós.

Los pobladores de esta región serrana dialogaron abiertamente y a su vez plantearon diferentes problemas que los agobian en sus demarcaciones.
En este sentido Lastiri pidió a los presentes su participación y unidad para dar cauce a sus demandas y se comprometió a visitarlos constantemente

miércoles, 19 de abril de 2017

Sin espacio para la impunidad



En nuestro país, la justicia se erige como una de las asignaturas que acusan las más hondas brechas entre las expectativas ciudadanas y los rendimientos que las instituciones les ofrecen. La conciencia acerca de ello y los sentimientos de agravio, sin lugar a dudas, son una de las razones principales que llevaron al presidente Peña a ahondar los esfuerzos para la implementación de la reforma del sistema de justicia, que hoy es una realidad a lo largo y ancho del país. Uno de los objetivos estratégicos del nuevo sistema de justicia penal es ofrecer justicia pronta y expedita, así como terminar con la impunidad con la que algunos funcionarios públicos actúan al amparo de los cargos que ostentan.

Recientemente se han acentuado las noticias acerca de excesos y abusos  que involucran a exgobernadores locales, que han indignado a la sociedad mexicana: desvío de recursos, enriquecimiento ilícito, corrupción en torno a sentencias acusatorias, etc. En buena medida, dichos excesos han sido posibilitados por el marco legal e institucional que confiere  autonomía a los órdenes de gobierno. En al contexto, muchos gobernantes creen que sus actuaciones no serán sancionadas por otros poderes, sin darse cuenta de que si bien tienen esta autonomía, están suscritos a un pacto federal donde se debe rendir cuentas de sus acciones además de que hoy, más que nunca, el actuar de un gobierno está bajo el escrutinio público.

En virtud de lo anterior, considero necesario aprovechar este espacio para referirme a la detención de dos exgobernadores buscados por la justicia mexicana: Tomás Yarrington y Javier Duarte. Al respecto, se podrá decir, y no sin cierta razón, que se trata de dos victorias pírricas en un mar de abusos y excesos. Sin menoscabo de ello, igualmente cierto resulta, o más, que se trata de una señal inequívoca de ya  no hay más espacio para la impunidad en México. Si de algo estoy cierto es que, con independencia de las circunstancia, quienes quebrantan la ley deberán responder por sus actos.  En este sentido, las recientes detenciones de Tomás Yarrington y Javier Duarte son un mensaje firme y contundente del Estado mexicano contra la impunidad. 
Hoy todos quienes estamos en el servicio público debemos asumir la demanda sentida que hay entre la sociedad mexicana y entre la sociedad mundial, de demandar del servidor público, invariablemente, integridad, probidad y honestidad, como diariamente lo hacen, y hay que reconocerlo y hay que decirlo, millones de mexicanos. Estamos frente a una nueva realidad del estado mexicano donde estos resultados, o estos operativos realizados, se suman a los cambios institucionales que también habrán de representar el Sistema Nacional de Transparencia y el Sistema Nacional Anticorrupción. 
A través de este espacio he hecho referencia a varios hechos muy positivos del avance que como nación hemos tenido y de lo cual a veces poco se dice o poco se reconoce, pero las cosas buenas cuentan, y cuentan mucho, y cuenta mucho el comportamiento honesto, el comportamiento comprometido que millones de mexicanos tienen todos los días y que hoy por mencionar, se refleja en un aspecto tan importante como el empleo que está teniendo un crecimiento no visto en muchos años y esto, es reflejo de lo que en verdad como país somos y que muchos capitales extranjeros observan. 
Estos avances cuentan con el respaldo de millones de mexicanos que buscan vivir en un país de leyes e instituciones, de derechos y libertades; un país con un Estado de Derecho sólido y eficaz. Y como hemos hecho también referencia en este espacio hoy nuestro país requiere de unidad para observar las cosas como son y no con ópticas distorsionadas, estamos ante un acto de justicia y por esto quiero sumarme al reconocimiento que se ha hecho a las agencias y unidades de inteligencia, seguridad y procuración de justicia por su profesionalismo y compromiso con el país. Nadie debe tener dudas en estos días de que en México estamos cerrando los espacios a la impunidad en cualquier sector social; en esta asignatura estamos dando pasos muy firmes, muy decididos y comprometidos, precisamente para consolidar nuestro Estado de Derecho.

miércoles, 15 de marzo de 2017

Un enfoque integral de la vivienda

El entorno internacional, como bien sabemos, ha sido poco propicio para el crecimiento de nuestra economía y la mejora en las condiciones de vida de los que menos tienen. Por desgracia, las situaciones adversas suelen dañar mucho más a los que menos tienen y, de paso, recrudecer los círculos viciosos del atraso y la pobreza. Y si bien es cierto que nuestra economía dista mucho de ser la excepción a la regla de sujeción a los vaivenes y la incertidumbre de la economía internacional, igualmente cierto es que existen siempre áreas de oportunidad para mitigar y compensar los impactos negativos, a condición de mostrar entereza y confianza en las capacidades propias.
En el contexto descrito, cobra plena relevancia el paquete de compromisos signado recientemente por el sector vivienda, en el marco del Acuerdo por el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar. Se trata, a entender propio, de un instrumento con pretensiones integrales y de indudable apertura al reconocimiento de la naturaleza multidimensional del sector vivienda. Aquí, además de su implicación como una de las principales y más sentidas causas sociales entre los sectores de más bajos ingresos, con todo lo que ello implica en materia de justicia y seguridad social, se parte del reconocimiento del enorme potencial que el sector de la vivienda tiene como palanca para el fortalecimiento del mercado interno y la reactivación de la economía en su conjunto.
Si alguna duda cabe sobre lo anterior, puede disiparse teniendo en cuenta que el sector representa cerca del 6% del PIB, cuyos alcances involucran 32 ramas y 78 clases de actividad económica, que actualmente dan lugar a casi tres millones de empleos. Si a ello se suma el hecho de que, contrario a lo que pasa en otras esferas de la economía nacional, la inversión en el rubro de la construcción residencial ha experimentado en los últimos dos años un crecimiento sostenido cercano a los 4.5 puntos porcentuales por año.
Así las cosas, existen enormes áreas de oportunidad para los diversos actores públicos y privados que inciden en este sector. Por ejemplo, a través de la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) y la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), la SEDATU otorgará subsidios para 130 mil acciones de vivienda y la creación de un fondo de garantías que permitirá realizar 10 mil acciones de vivienda nueva; en abril, el INFONAVIT incrementará los montos máximos de los créditos; FOVISSSTE atenderá aproximadamente a 40 mil familias con esquemas de reestructura para liquidación de adeudos y preservación del patrimonio familiar, promoverá el segundo crédito para los trabajadores en activo y con el apoyo de la Sociedad Hipotecaria Federal por 12 mil millones de pesos asignará 30 mil créditos; el INSUS implementará un programa de condonación de cartera vencida por adeudos de escrituración por 410 millones de pesos, en beneficio de 18 mil familias, firmará convenios para escriturar más de 100 mil viviendas, en apego a los criterios establecidos en la Política Nacional del Suelo.
Por su parte, la industria de la construcción se compromete a mantener los ritmos de construcción, inversión y generación de empleo, lo que se traducirá en la construcción de cerca de 400 mil viviendas en 2017; y, por su parte, los desarrolladores de vivienda afiliados a CANADEVI continuarán con sus esfuerzos de construcción de vivienda para personas de bajos ingresos. Así, mediante la acción concertada de las empresas y las instituciones públicas del sector vivienda, se espera potencializar su efecto dinamizador y su contribución a los cerca de tres millones de empleos. En suma, el sector vivienda seguirá siendo el ejemplo palpable de que satisfacer causas nobles y promover el desarrollo económico no son actividades contrarias sino perfectamente compatibles. 

martes, 14 de marzo de 2017

Una agenda intergeneracional

El cambio, advertían los griegos, es la forma natural de los fenómenos del mundo. Más que una elección, aunque a veces tardemos en darnos cuenta, el cambio constituye una circunstancia. El dilema genuino, pues, no estriba en cambiar o no cambiar, sino en sí aspiramos a dirigir las transformaciones o a padecerlas. A este respecto, más que una excepción, la política confirma la regla. La estadística humana, por ejemplo, ha venido dando cuenta puntual de cómo la población mexicana ha venido transitando de un estructura de población mayoritariamente infantil a una mayoritariamente adulta.

Las implicaciones de la transición demográfica son diversas y complejas. Cuantitativamente, por ejemplo, existe claridad en relación al peso signifocativo que tendrán las y los jóvenes que en las elecciones de 2018 ejercerán por primera vez su derecho a votar. La parte que no nos resulta tan clara a quienes ejercemos la política es lo que eso significa en cuestión de cambios sustantivos en los modos de entender la vida y construir las expectativas sobre el desarrollo personal. Sondeos como la Encuesta Nacional sobre Culturas Políticas y Prácticas Ciudadanas (ENCUP) o el Informe País de la Calidad de la Ciudadanía auspiciado por el INE muestran fehacientemente el poco entusiasmo y la escasa confianza de los jóvenes hacia las instituciones políticas y los discursos convencionales de los políticos. Consiste con ello igualmente resulta que las jóvenes generaciones marcan su distancia con las expresiones de acción colectiva tradicionales, tales como los sindicatos y los partidos políticos, que a los adultos nos atraían.

En efecto, en lo cualitativo, de esto trata el cambio demográfico: generaciones adultas que, en lo general, no alcanzamos a comprender bien a bien los  modos juveniles de entender la vida y las relaciones interpersonales, las preferencias por la libertad interior, el ocio y el goce presente por sobre las altas remuneraciones, la estabilidad laboral esclavizante y el sacrificio presente en aras de un mejor futuro.  En efecto, de esto trata la fractura comunicativa entre las generaciones adultas y las jóvenes: experiencias de vida que se traslapan sin tender puentes entre sí. De políticos e instituciones convencionales que se pasman y, por lo mismo, descalifican las expresiones juveniles, por disonantes y sin sentido.

En la forma en que yo lo veo, desde la vocación política que profeso, uno de los desafíos principales estriba en el cambio propio por emprender en tanto que condición de posibilidad  para conectar con las jóvenes generaciones y construir en conjunto con ellas un mejor porvenir. En tal sentido, valga la insistencia, los jóvenes nos imponen a los políticos adultos un reto formidable y, a la vez, nos ofrecen una oportunidad inmejorable de poner en práctica eso que llamamos política: el arte de construir acuerdos con base en la diversidad.

Es tiempo de darle la vuelta a la tortilla y comenzar por lo que no se ha hecho: justipreciar las jóvenes generaciones, darles la voz y aprender de ellas. De los pasos que demos en esa dirección dependerá que los jóvenes hagan lo propio con nosotros y nos den la oportunidad que no nos hemos ganado de constrir lazos intergeneracionales, que amplíen las posibilidades de forjar un mundo plural que de cabida a las muy naturales y legítimas formas de entender y practicar la vida.

Nunca como hoy, el diálogo entre las generaciones ha revelado tamaña urgencia e importancia, quizás porque el cambio por dirigir exija ser un concierto a múltiples voces y con entenderes generacionalmente distintos. Si esto se traduce en la confección de una agenda política intergeneracional, habremos dado un paso adelante en las frases huecas,  que se refieren a los jóvenes como la esperanza del futuro sin voz en el presente. 

miércoles, 1 de febrero de 2017

Solidaridad mundial con los mexicanos

Si hubiera que escoger una frase para resumir los primeros 10 días de la gestión de Donald Trump, lo haría entre las “de sorpresa en sorpresa”, o bien, “una tras otra”. Tal parece que el propósito que a este curioso presidente le anima es ofender y vulnerar a diestra y siniestra, sin consideración alguna a los altos valores en que se cimienta su país, la primera democracia del mundo contemporáneo. Y, en efecto, llama poderosamente la atención el hecho de que el movimiento antisistema más peligroso que hayamos visto esté ocurriendo precisamente en uno de sus núcleos de más importancia, sino es que el más importante: los Estados Unidos.

En este andanar de amenazas y golpes de mano, a los mexicanos nos ha tocado el lugar más difícil e incómodo: ser el conejillo de indias en la brutal estrategia regresiva de Trump, cuyo cometido estriba en sustituir el libre comercio, aquí incluido el TLC, e imponer mecanismos bilaterales que le otorguen ventajas y le permitan revertir los déficit comerciales que tiene con las principales economías del planeta: China, Alemania, Japón y México. De lo anterior se desprende que la construcción del muro y la renegociación del TLC, amén de las amenazas de las deportaciones masivas de nuestros paisanos, si bien tienen dedicatoria en contra de nuestro país, representan una honda amenaza a las conquistas civilizatorias de los últimos 50 o 60 años: las libertades y la dignidad humana, así como el libre flujo de mercancias.

He aquí en pocas palabras el escenario adverso a los intereses de nuestro país, con el precedente de un tuit grosero sobre la falta de sentido del encuentro con nuestro presidente, tras la firme declaración de EPN en el sentido de que por ningún motivo pagaríamos por el muro, que derivó en el acuerdo posterior entre ambos para cancelarla o posponerla. Tras estos eventos, la sopresa positiva es la emergencia de una oleada de solidaridad nacional, como pocas veces se ha visto en los últimos tiempos.

A este respecto, debo decir que hoy más que nunca comparto mi orgullo de ser mexicano y pertenecer a un pueblo que ha demostrado orgullo, dignidad y solidaridad frente a la amenaza de la primera potencia económica y política del planeta, que hoy se ha hecho merecedora del respaldo de la comunidad internacional. En este noble esfuerzo de cerrar filas en torno a las medidas tomadas por Trump, nuestro Gobierno ha tomado decisiones que han reforzado lo que como sociedad demandamos. Por un lado, cancelar la reunión por parte delPresidente Peña y enviar un mensaje claro de exigencia de respeto. Igualmente importante fue el anunció de canalizar mil millones de pesos a los consulados en los Estados Unidos, para ser utilizados en las estrategias de apoyo frente al obrar ilegal e inmoral de Trump.

Sin duda tenemos grandes retos, pero estamos preparados para afrontarlos. Me sumo a lo dicho por el ex presidente Felipe González en torno a que Trump quizá no entiende lo que es México y es necesario recordarlo; nuestro país tiene un lugar de primera importancia en todo el mundo y mantiene acuerdos comerciales con más de 40 naciones, lo que habla de nuestra apertura económica y del potencial de intercambios que podemos aprovechar con América Latina, Europa y Asia; de hecho, gracias a la productividad de los trabajadores mexicanos y a la competitividad de las empresas establecidas aquí, nuestro país es una de las 15 mayores economías del mundo. La solidaridad mostrada en estos momentos es el fruto de nuestra política exterior que se caracteriza por defender la paz, respetar a todas las nacione, promover la convivencia y la cooperación. Subrayo que estos valores se han demostrado porque nuestro país ha demostrado que tiene un gran activo: su unidad nacional. La unidad nacional ha sido la gran fuerza de México a lo largo de su historia y esta es la piedra angular de nuestra estrategia y de nuestras acciones, hacia dentro del país y hacia el exterior. Reitero hoy más que nunca me siento orgulloso de ser mexicano y de pertenecer a este gran pueblo.